miércoles, 20 de junio de 2012

PREGÓN DEL SOLSTICIO DE VERANO



PRESENTACIÓN DE LA PREGONERA

POR PACO PADILLA


El año pasado, en tal noche como esta, tenía el honor y el placer de dar a conocer el nombre de la Pregonera de este año. Carmen Aguirre Requena, poeta, escritora, aficioná al Cante Flamenco, y también una enamorada de nuestra Fiesta Mayor de Verdiales.

Mis palabras son muy pobres a la hora de presentarla ya que Carmen posee una sensibilidad, una forma de escribir poesía que decir dulzura, decir pellizco, decir que una letra de Seguiriyas escrita por Carmen, te puede hacer sangre, tanta es su sabiduría para cuadrar y sentir lo que escribe.

Esta noche la tenemos aquí para que nos lea su Pregón, para que ella diga sus sentires y derroche su sabiduría en un lugar donde el....

Cáliz del Sol desbordado
que nuestro Rueda escribiera,
en la noche Sanjuanera
ante todo lo creado.

Esta noche Sanjuanera
de Sortilegio y Solsticio,
que da al verano su inicio
con voz de una pregonera.

Mujer de verso precioso
de una rima desbordante,
un corazón anhelante
y un decir maravilloso.

Dotada de maestría
a la hora de escribir,
en el saber y el decir
es su pasión la Poesía.

Una noche como esta
de tan bello acontecer,
viene una bella mujer
para cantarle a la Fiesta.

En esta noche estrellada
saldrán versos a raudales,
de amor a los Verdiales
de poeta enamorada.

Amiga de Verso y Cante
sabe ternura tener,
y también sabe poner
a la Fiesta por delante.

Yo creo y así lo entiendo
que si a la Fiesta cantamos,
sé que al mismo tiempo estamos
a la Fiesta engrandeciendo.

La Fiesta de Verdiales
tan llena de tradición,
de belleza y emoción
de raíces ancestrales.

Esta noche Sanjuanera
mi verso aquí la reclama,
Carmen Aguirre se llama:
ella es nuestra Pregonera.


Málaga, Noche de San Juan, Venta de Cárdena, en el Pregón
de mi hermana: Carmen Aguirre Requena
23-24- Junio de 2000
Francisco Padilla Robles

****************


PREGÓN DE VERDIALES Y SOLSTICIO DE VERANO

VENTA CÁRDENAS 23-24 DE JUNIO AÑO 2000

CARMEN AGUIRRE


A las buenas noches.
Y a la mágica noche de San Juan.

Lo primero agradecer a todos vuestra presencia, y vaya también mi agradecimiento a Juanma: Presidente de la Peña los Verdiales, que tantos ánimos me ha dado; también a Agustín Jiménez, este hombre que tiene el corazón más grande que el cuerpo, y tiene que tenerlo así por fuerza, para que le quepa todo lo que siente por nuestra Fiesta.

También he contado con la inestimable ayuda de Andrés Jiménez, que ha puesto a mi disposición todo su saber.

Y especialmente, quiero darle las gracias a Paco Padilla, (este “comarés” de nacimiento y de convencimiento) amante de la pureza y de la Fiesta, que fue el que me propuso como Pregonera para este año tan especial en su cifra y, que además, ha tenido a bien hacer mi presentación.

Yo en justa correspondencia, quisiera decirle, con el permiso de ustedes, una “cosilla” que le he hecho.

Y dice así:

Comares te vio nacer,
habitaste en la Alquería,
y por las venas te corre
la sangre de la Axarquía.    

Entre peñas y lagares
la niñez se te pasó,
a la vera de unos padres
que a ti, te lo dieron “to”.

Y es que cuando digo “to”,
me refiero a lo más grande,
porque te dieron amor
que eso es lo más importante.

Tú aprendiste de la vida
“toíto” lo que hoy sabes;
aprendiste a respetar
y a que se te respetase.

Por eso es Paco Padilla
buen amigo, “onde” se halle,
compañero de sentires,
de Fiesta, de vino y cante.

El que tanto me ha enseñado
sin que nadie lo enseñase.
¡Amigo!, esa es la palabra
y el oro que a mí me vale.



************

Bueno, sólo decir que para mí es una responsabilidad muy grande, aparte de un gran honor, hacer este Pregón que ya hicieron en su día relevantes personas de la Fiesta y de la Poesía.

Pero....como no se trata de superar el listón, sino de compartir sentimientos por lo que es nuestro, pues contando de antemano con vuestra benevolencia y con que la voz no me falle...
Aquí estoy dispuesta a empezar, no sin antes encomendarme al Santo de las Aguas, (cuya fiesta celebramos), y a la Virgen de los Dolores, (Patrona de los Verdiales); para que ambos me guíen el camino que llegue a vuestros corazones.

Y, sin más preámbulos...
Empiezo:

¿Qué puedo decirles yo...
que ustedes no sepan ya?,
si antes que yo, otros vinieron
a este sitio a pregonar.
Les hablaron de la Fiesta
y del Solsticio estival,
cada uno a su manera
y a su forma de pensar.
Yo les agradezco a todos
y a cada uno por igual
que me abrieran el camino
para poderme expresar
y, yo pondré en mis palabras
lo que el corazón dirá.



Desde el principio del tiempo,
desde tiempo inmemorial                  
hemos adorado al Fuego
igual que a una deidad.

Grecia nos lo presentó
como el más noble elemento,
es magia de pedernal
que se aviva con el viento.

Llama olímpica en los juegos,
y sangre de los volcanes,
lamparilla en el Sagrario
y calor en los hogares.

Símbolo de la pasión...
que los cuerpos al amarse,
por el fuego del amor
llegan a purificarse.

Todo, a nuestro alrededor,
destila embrujo y misterio,
que es Solsticio de verano
y noche de sortilegio.

Y en esta mágica noche,
-bella noche de San Juan-
estamos aquí reunidos
gentes de amor y de paz,

en torno a los Verdiales,
la fiesta más ancestral,
la que parieron los montes
entre breñas y jaral.

Estos sones milenarios,
nacidos para bailar,
esta nuestra gran cultura
que nadie puede igualar.



Sus coplas son los sentires
de la gente popular,
gente de sabiduría
porque la tierra la da.

* Al cantar por Verdiales
mi corazón se alborota...
Engarzo copla con copla,
y me sale la alegría
desde el alma hasta la boca.

Campesina y marinera,
Málaga de monte y mar,
la de eterna primavera,
donde azulea la cal
y copulan las estrellas.

Málaga de malagueñas,
de pregones y cantares,
de pitas y de chumberas,
de viñas y de olivares,
de albahaca y yerbabuena.

Málaga de limoneros,
de almendros y naranjales,
de retama y de romero,
de caracola y ramajes.
La mejor del mundo entero:
¡Cuna de los Verdiales!

El aire viene aromado
de jazmines y de sal,
las brevas ya están maduras
y “florecío” el azahar.

Y en esta Venta de Cárdenas,
de solera sin igual,
donde el cielo es aún más cielo
y la luna brilla más...
En esta mágica noche,
-plenilunio de San Juan-
esta humilde pregonera
les ha venido a contar....
cosas que ustedes ya saben
sobre esta Fiesta sin par;
que se siente y que se quiere,
que al alma la hace vibrar:
y laten los corazones
a ritmo de Verdial.

-Estoy en medio del campo,        
pero bien “acompañá”
por “t’os” los buenos fiesteros,
gente de lo más cabal:
que de los hondos veneros
brota más claro el caudal.     

                       

*La noche quiero pasar
entre Fiesta y alegría,
y con vuestra compañía
en círculos de amistad
ver amanecer el día.

...Y no me puedo olvidar
de aquellos que se nos fueron,
que el tiempo no borrará
lo que por la Fiesta hicieron.
Nos dejaron buena herencia,
lo más que se pueda dar:
todos los soles y lunas,
de su alma el palpitar,
vientos, solanas y lluvias,
-¡qué enjambre espiritual!-
sucesión de ríos y arroyos,
esencia territorial;
que la cultura del pueblo,
al pueblo viene a parar.

Y, algo tengo que decirles
que, quizás, no lo sabrán....
que mi abuelo era de Cómpeta,
mi abuela de Colmenar,
que bendita sea mi madre
que también es del “lugar”:
mi raíz es de tierra adentro
aunque nací junto al mar.

* Del monte a la mar bajé
a buscar caracolillas...
busqué por toda la orilla,
y me encontré tu querer
bogando en una barquilla.

***

* Esa biznaga que lleva
mi novia puesta en el pelo,
es una estrella del cielo
que ha bajao hasta la tierra
para adornar sus cabellos.

**********


Sol y agua, luz y vida,
¡culto a la fertilidad !
Tierra que se nos agarra,
y fuego para acortar,            
aún más, la noche más corta...
la del Solsticio estival,
donde se encienden hogueras
para acabar con el mal;
y junto al “Júas” quemaremos
lo que no nos sirva ya.
Desde el ocaso hasta el alba
las candelas arderán,
con sus llamas alentando                              
al sol en su caminar.

* Las doce ya van a dar,
y hay Fiesta Verdialera...
Y yo seré la primera
que esta noche de San Juan
le prenda fuego a la hoguera.



**********

Quememos nuestros temores,
nuestras penas y fatigas,
y echemos los desamores
dentro de la ardiente pira.
Que se convierta en cenizas
el odio y la falsedad,
que este fuego expiatorio
acabe con la maldad;

que la luz de las candelas                        
anule la oscuridad
y aliente la llama viva
de la confraternidad..
Saltaremos sobre el fuego
y él nos inmunizará,
mojaremos nuestros cuerpos
con el agua de la mar
y buscaremos el trébol
que la suerte nos dará.
Que renazca la esperanza
como renace la aurora,
y las tinieblas den paso
al sol que todo lo dora.
Que suenen los Verdiales
con su magia ritual,
por los cerros y lagares,
por todo Santo Pítar,
porque la noche requiere
esos ecos escuchar.

* Estilo Monte o Comares,
o bien por el de Almogía;
me gustan los Verdiales
a “toas” las horas del día
y en “toítos” los lugares.

**********

* Una casita campera
y unos cuantos olivares,
los cantes por verdiales
y una mujer que me quiera,
¡con eso tengo bastante!




Sol de hoguera en los metales,
abalorios y espejuelos,
arcoiris, trascendentales,                 
en los lazos del sombrero.
Con cintas multicolores,
serpenteando en el viento,
va la vara del “Alcalde”
marcando a cada uno el tiempo.
¡Corte el aire la bandera
haciendo mil filigranas!
que el mocito que la lleva
me está enamorando el alma.

* Salga la moza a bailar,
salga la madre y la abuela...
Resuenen las castañuelas,
que este tresillo, sin par,
va derramando canela.

**********



El corazón se me incendia
y, ya la sangre me arde:
¡Arriba con nuestra Fiesta
que es patrimonio del arte!
Y en este arranque de estrellas,
que es los montes de Comares,
noche mayor Sanjuanera
para ahuyentar los pesares.

Suene el violín por lo bajo
o, bien, a vara “corría”,
y que le siga el pandero
taconeando a porfía.
Prenda el ritmo las guitarras
siguiendo el mismo compás
y que nos traiga el laúd
los suspiros de Ziryab.
Que repiquen los platillos
con su repiquetear
y que los sones bravíos
se esparzan por el lugar.

¡Huyan los malos espíritus!
¡Bailemos sin descansar!
¡Cantemos con alegría,
que el astro Sol bailará
en cuanto amanezca el día!.

Y ya para despedirme
sólo quisiera decir:
que viva Málaga entera
del uno al otro confín.
Viva San Juan Bautista
y el Solsticio de Verano,
y viva esta noche mágica
en la cual nos hermanamos.                 
Que vivan los Verdiales,
nuestros cantes primitivos,
y esos “soníos” arrancados
del costillar de los siglos.

Y tengo que repetir,
y ya para terminar,
que bendita sea la savia
que me dieron a mamar,
porque dentro de mi entraña
la Fiesta la llevo “anclá” .

Carmen Aguirre

24-6-2000